No es que el chico se pusiera sus mejores galas, él siempre había preferido vestir como si nada especial ocurriese en su vida. No como esas personas que se arreglan mucho, casi de manera exagerada, y luego están peor que si estuvieran al natural.
Ahí iba el, dispuesto a tener su primera cita con la chica que le había quitado el sueño las últimas semanas. Pero a mitad de camino, la gente por la calle se volvió loca, y no voy a enrollarme con descripciones ambiguas, había putos zombis devorando a la puta gente por las calles.
Genial, pensó el muchacho, la posibilidad de que la chica hubiera sobrevivido a toda esa mierda se vio reducida considerablemente, así que solo le quedaban dos opciones: Darse la vuelta y escapar de toda esa mierda o ir al puto lugar de la cita.
Bueno, ya que el mundo se estaba yendo a la mierda, no había mucho que perder, así que decidió ir donde habían quedado, un parque del centro de la ciudad.
Sobrevivió por un único motivo, no dejarla tirada, esperando que ella fuera igual de considerada.
Y así fue, a los 5 minutos de estar allí esperando, apareció ella, un poco con la respiración descontrolada, pero bueno, no todos los días vas a quedar con el chico que te gusta y de repente todo el mundo quiere matarte y destriparte para hacer un precioso lienzo sangriento en el asfalto de la avenida principal.
No había mucho que decir, quizás hablar del tiempo, hacía algo de calor, pero era de noche y se podía soportar con el viento que corría. ¿Y como fue la cita? Bueno, estos muchachos, bastante nerviosos se dieron un par de besos y ya sabéis, lo típico de ¿qué tal?, nada muy bien aquí matando zombis ¿y tú? a pues yo también, ¿los matamos juntos?
Lo más normal del mundo vaya, así que tímidamente cogidos de la mano fueron a sentarse a una heladería destrozada, como aún era pronto, la electricidad seguía funcionando, así que disfrutaron de unos deliciosos helados de chocolate mientras se contaban el día de ayer y esas cositas cuquis que hacen los que están flirteando. Ambos se quedaban embobados mirando el uno al otro mientras escuchaban los gritos de la ciudad, el heladero siendo destripando no les preocupaba para nada.
En esto que de repente se estrella un furgón policial blindado y bueno, les jode un poco el local y ya no era plan de quedarse más tiempo allí, además a los zombis se les estaba acabando el heladero y ya le estaban haciendo ojitos a los tortolitos de esta historia. Así que ya que había allí un puto vehiculo con armas, decidieron que sería buena idea coger algunas.
En ese momento el chico se detuvo para decir algo a la chica, un poco más, profundo.
"Se que un apocalipsis zombi no es lo que esperabas para nuestra primera cita, pero me quedaría toda la vida matando zombis a tu lado, y si me convirtiese en uno, no te comería el cerebro, porque yo solo quiero tu corazón."
ooooooooooooiiiiiiii <3<3<3
Desde luego a ella le brillaban los ojos, nunca nadie le había dicho algo tan romántico durante un apocalipsis zombi, rodeados de tripas y sangre y gente corriendo de arriba a abajo. El momento del beso no podría haber sido otro, quizás después no tuvieran la oportunidad. Así que ella se acercó a él, él se inclinó un poco hacia ella, sintieron las respiraciones el uno del otro resoplar en sus respectivas bocas, y antes de darse cuenta sus labios ya se habían encontrado.
La sensación que tuvieron estos chicos es lo que hoy en día podría definirse con la siguiente combinación de letras: asdfsdfasdfsdf!!
De esto que pierdes la capacidad de hablar y solo te sale eso.
Para cortar el rollo, apareció un grupo de cuatro personas: un viejo con ropa militar, un negro con traje de negocios, un motero macarra lleno de tatuajes y SIN DILATAS, y una chica que parecía monitora de fitness o algo así.
Así que allí estaban nuestros chicos, con un grupo peculiar de personas que intentaban escapar de la ciudad.
Se dirigieron a un río donde supuestamente iban a hacer una recogida de supervivientes, probaron suerte y dieron en el clavo. El periplo fue una orgía de matar zombis a lo bestia. No repararé en descripciones sobrecargadas, ya habéis visto muchas pelis de zombis.
Y allí estaban, en un pequeño puerto esperando al puto barco, que llegó y cuando todos iban a montarse y escapar, llego una jodida horda de zombis que les puso las cosas difíciles. Apareció un zombi increíblemente grande que le dio unas hostia a la chica, tirándola al fondo del río. El chico no se lo pensó dos veces y se lanzó de cabeza al agua para rescatarla, pero ya era tarde, no había forma de salir del agua sin que los destrozasen nuestros bien amados zombis.
Así que allí se quedaron, flotando en el agua, abrazados y dándose sus últimos besos.
Al final murieron, no voy a entrar en detalles desagradables de como lo hicieron, pero al menos murieron juntos...
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